miércoles, 25 de junio de 2008

UNA NOCHECITA RARA

Cuando era niña, era más o menos fácil ver regularmente en el jardín de mi casa muchísimas lagartijas, alacranes, 'caras de niño' e, incluso, tarántulas. Supongo que la convivencia con estos animales y la actitud de respeto hacia la naturaleza que me inculcaron mis padres hicieron que yo creciera confiando en esos bichos teniéndoles respeto y guardando distancias sin mucho temor.

Con el paso del tiempo las tarántulas dejaron de aparecer (me parece que coincidió con la llegada de 'Bona', nuestra primera perra), pero los otros especímenes siguieron apareciendo más o menos seguido. Hasta la fecha, no es raro entrar en una habitación de la casa y ver un alacrán prendido de la pared o ser despertada por el estruendoso ruido de un 'cara de niño' arañando con sus patas una caja de cartón o por su inconfundible azotar de patas en el piso. Lo que procede, si ocurre algo así, es tomar un bote vacío, un papel, atrapar al bicho y sacarlo al jardín lejos de la casa y seguir con las actividades cotidianas.

Sin embargo, lo que ocurrió anoche fue totalmente extraordinario. Dormía un sueño medio tranquilo (con un poco de molestia en mi estómago, pero nada como para despertarme completamente), cuando, sobre el brazo en el que apoyaba mi cabeza, sentí el cosquilleo inequívoco del trote de ocho patas presurosas recorriendo mi piel. Naturalmente, abrí los ojos y con una mezcla de sorpresa y susto miré a no más de quince centímetros de mi cara la figura negra y sólida de un alacrán adulto con su cola encorvada caminando firmemente sobre la sábana de mi cama. Por puritito instinto (recién despertado es lo único que a uno le fuciona bien, supongo) me hice para atrás y me senté para alejarme del animalito aquel. Después de meditar sobre los riesgos inmediatos y ver que estaba fuera de peligro, procedí como de costumbre: tomé un bote de plástico, un fólder de mi escritorio y atrapé a mi insomne compañero de cama para después dejarlo sobre mi mesa esperando que amaneciera para ser liberado (no tenía ni la más remota gana de salir a esas horas de la madrugada al jardín para depositar al bicho).

Regresé a la cama, sacudí la almohada, revisé un poco el área donde dormiría y vi, sin enfocar todavía bien por culpa del sueño apabullante, una hormiga roja gigante atravesando la superficie todavía caliente de mi lecho.... "No, no puede ser, ¿de qué se trata esto?... ¿Reunión de bichos en mi cama?", me dije.
Ahora pienso que quizá el alacrán se levantó en la noche por un bocadillo y perseguía a la hormiga que se metió en mi cama con la idea de escurrirse entre los pliegues de mis sábanas, sin pensar en que su anfritriona podria ser importunada por su perseguidor.

En fin, después de aventar de un manotazo a la hormiga al piso, decidí ya no pensar más en eso y dejarme vencer por el sueño, total... ¡quién sabe cuántos alacranes hayan pasado sobre mí en alguna otra noche cuando realmente haya estado muerta de cansancio!

martes, 24 de junio de 2008

ANOCHE


Anoche mientras platicaba con March, surgió en la conversación el tema del primer beso, y March me dijo -yo nunca he besado a nadie- me sorprendió que March, estando casada con Homero, nunca lo hubiera besado, pero acepté la afirmación como verdadera, en ese momento detrás de ella apareció una monja vestida de negro y dijo - yo tengo una máquina para aprender a besar, quieres probarla?- March la siguió mientras Olivia y yo las mirabamos por debajo de las cobijas, como espiando sin que nadie se diera cuenta, la monja encendió una maquinita y al prenderse las luces apareció la cara de un caballero, maduro y de buen ver, paraba la trompa al apretar un botón, -acercate y besalo- dijo la monja, March se acercó y puso sus labios sobre la máscara de plastico, en ese momento la monja apretó otro botón y la máscara cayó, se apagó la luz y surgieron ratas hambrientas y chillonas en el espacio dejado por la máscara, deboraron la boca de March. -Es un castigo para los pecadores- dijo la monja, y desaparecio entre las cobijas.

lunes, 23 de junio de 2008

DEPRIMENTE

Hoy me levante medio tristona y con mil pedos en la cabeza pero disponiendo de unas horas libres, y me dije: A leer el periódico, que hace mucho no lo leo, y sopas! que me deprimo mas...

...La desgracia que hasta hoy cubre 12 hogares, y que nace de la muerte por asfixia de un puñado de jóvenes, casi niños, en el antro News Divine, el fin de semana pasado, no debe quedar impune, ya que existe una serie factores que provocaron la desbandada y que no debieron ocurrir, sin contar el que se convertirá en el detonante de la pugna que se avecina: el odio político.
El panismo, retorcido como siempre por el desajuste de su realidad, y desde las agencias de que se sirve, piden la cabeza del jefe de la policía de la ciudad como si en su conciencia no estuviera Pasta de Conchos, o como si la muerte de la anciana de Zongolica, además de muchos otros atropellos del gobierno de Calderón, no hubieran sido causa suficiente para que medio gabinete, incluido el propio Calderón que diagnosticó la causa de la muerte de la indígena, hubieran sido juzgados y retirados de sus cargos....


...La dirección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a cargo de Alfonso de María y Campos, se ha negado a establecer una mesa de negociación para atender los planteamientos del naciente Sindicato Nacional de los Trabajadores Administrativos, Técnicos y Manuales del INAH, en particular los referentes a participar en el proceso de definición de un nuevo reglamento de la Ley Orgánica de la materia, normatividad que las autoridades pretenden redactar unilateralmente. La semana pasada hubo un plantón en Chichén Itzá y tres trabajadores están en huelga de hambre, sin que la jefatura burocrática del mencionado instituto abra una posibilidad de diálogo. Ayer, miembros de la sección 3, del DF, del mencionado nuevo sindicato, repartieron afuera del Museo Nacional de Antropología volantes con información sobre su movimiento... Juan Gamiño pregunta “cuándo fue que inició el golpe de Estado gallego contra el pueblo de México”. El lector supone que hay capitales hispanos metidos en hoteles, industrias y bancos, pero también cree que “el secretario de Gobernación no es el único metido en el gabinete para administrar los negocios ibéricos y coordinar los robos a las arcas públicas”...

Cualquier trabajador que esté cerca de cumplir los requisitos para jubilarse, ya sea por el sistema administrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) tiene la meridiana seguridad de que nunca disfrutará del producto del ahorro de su actividad laboral.
En el mejor de los casos el beneficio de sus muchos años de trabajo será para sus deudos.
En tal circunstancia, nada importa si el producto de sus muchos años de trabajo lo utilizan las Afore (Administradoras de Fondos para el Retiro) o se dedican a cualquier otro fin. Los beneficiarios serán otros, nunca quienes trabajaron y aportaron los fondos.
Por eso parece positiva la posibilidad anunciada por el diputado priísta José Aispuro Torres, de que los recursos de las Afore se puedan invertir en la modernización de Petróleos Mexicanos (Pemex).
¿¿¿¿Mejor eso ????? y no que el cuantioso dinero de las Afore se dedique, como ahora, a la especulación, sin que los beneficios mejoren las percepciones de los jubilados.

la cosa esta pa´llorar no?

sábado, 21 de junio de 2008

ALGO ESTA PASANDO...


Algo está pasando en las instituciones de cultura que tanta inconformidad existe. El Instituto Nacional de Antropología e Historia tiene varios pendientes con sus trabajadores y al parecer, si nos atenemos a los reportes periodísticos, el diálogo, que no el desplante autoritario, es el gran ausente.Hace algunos meses renunció el director de Publicaciones, Jorge Herrasti, por no estar de acuerdo con la forma en que se tomaban decisiones en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA); renunciaron dos secretarios técnicos que en la estructura de esa institución representan una plataforma de primer nivel; renunció el director de la megabiblioteca y antenoche, para sorpresa de todos, presenciamos un acto inusitado en otra área del mundo cultural que documenta, de otra manera, esa ausencia de diálogo que al parecer ya forma parte del estilo de dirigir en nuestras instituciones culturales: la Compañía Nacional de Danza (CND) irrumpió en el escenario de Bellas Artes mientras se interpretaba la ópera Carmina Burana para hacerse escuchar.Apoyados por otros grupos artísticos de Bellas Artes los bailarines hicieron pública su solicitud para mejorar sus condiciones laborales, un trato civilizado y la destitución de Dariusz Blajer, director de la CND por incumplimientos contractuales y condiciones de trabajo "infrahumanas".No sé qué signifique eso de condiciones infrahumanas pero sé, desde hace tiempo, que nuestros bailarines que se han preparado mucho más que la mayoría de los trabajadores de la construcción ganan menos que un albañil.Aunque una parte del público abandonó el recinto, la mitad de los asistentes se solidarizaron con los bailarines y coincidieron con ellos al considerar que el nombramiento de Sergio Vela al frente del CNCA ha sido el gran error cometido por el presidente Felipe Calderón en materia de cultura.En estos días de falta de trabajo y crisis alimentaria me llama la atención que un grupo de bailarines se arriesguen a perder su chamba por una protesta tan inusual en la historia de nuestra cultura. Si algún funcionario tuvo la peregrina idea de que el hambre los obligaría a aferrarse al trabajo debe estar metido en serios problemas. ¿La inoperancia de los funcionarios de cultura será tal que Carmina Burana termine presentándose en el Zócalo o a mitad del Eje Central?Hace unos días el presidente Felipe Calderón exhortó a sus colaboradores, golpeteando el atril, para que se pusieran a chambear y para que se pusieran en los zapatos de los ciudadanos. ¿El exhorto excluyó a los funcionarios de cultura? Si los funcionarios no funcionan no son funcionarios. Cualquier decisión autoritaria, cualquier error en el que se insista está, por suerte, a merced de la caprichosa Fortuna según el pasaje inicial de Carmina Burana: la Fortuna "velut luna, statu variabilis". No todo es para siempre.