domingo, 23 de septiembre de 2007

El conocido de Ana

Hoy es la noche en que tiene todo y nada. Tiene una montaña de sensaciones a flor de piel, tan clarititas, que le cuesta trabajo entender cómo es que basta con sacudir la cabeza para darse cuenta de que no tiene nada. Es como si un fantasma estuviera de visita; intangible, irreal, fantástico. Son tantos tus cuidados y tu empeño en hacerle saber que estas ahí, a su lado, que no entiende cómo es que no sabe quién eres y qué habrá dentro de ti. Quizá esa sea la maravilla: estar sin estar, como una ilusión, como la recreación de su mente ansiosa de saber que existes. ¿Quién te invitó a entremeterte en su vida? ¿Cómo dejas tu sabor en sus labios, tu presencia en su mente y esa necedad tuya (suya) de que te piense, te sienta, te huela, te anhele? Cientos de palabras, dos noches y una tarde hacen su vida juntos... ¿Es justificable? No lo sabe ni le importa. Prefiere eso a no haberte encontrado. ¿Afortunada? Sabe que sí, en todas las direcciones. Mientras te alejas, ninguno de sus sentidos se atreve a asegurar que eso que siente es solo recuerdo, una jugarreta de la mente. Mañana sabrá que esto es igual que siempre, pensando que existes y que no, creyendo que te inventó y que no. Pensando... simplemente pensando...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

dan ganas de morirse y ser ese conocido !!

gabriela dijo...

wow!!!